Gracias, con su permiso, señor presidente.
Nosotros somos representantes populares y recogemos los más profundos sentimientos de nuestra gente, ése es nuestro trabajo
Con la venia de nuestro querido pueblo de México. Muy buenas tardes, compañeras y compañeros diputados.
Hoy, en nuestro país, vivimos una realidad diferente, una realidad donde el pueblo de México, cada día, está más informado. Pero, sobre todo, que participa en la vida política y en la vida pública; en las decisiones que se tomarán para la construcción de su propio futuro.
Tenemos al principal vocero, comunicador, pero, sobre todo, a una persona que ama a su pueblo y que nos ha enseñado que servirle al pueblo es un gran privilegio. El único mandatario del país que ha visto el tema de poder modificar, poder hacer esta reforma tan anhelada por el pueblo mexicano, que nos ha enseñado las injusticias y desigualdades. Pero, sobre todo, basta consentir el dolor de miles de hogares mexicanos, de madres y padres que tienen a sus hijos o a sus hijas encarcelados, sin siquiera una sentencia o con el dolor de que han cometido o no un crimen o un delito.
Cuántas hermanas y hermanos indígenas han sido maltratados y violentados, solo por el hecho, compañeros, de no saber español y quedan totalmente indefensos. Cuántas mujeres, niñas, abuelitas, adolescentes que son violentadas, maltratadas, perseguidas, anhelas y tienen sed de justicia.
Cuántos hombres que se dicen ser padres, andan por ahí libres, disfrutando, cuando deben de otorgar una pensión alimentaria a sus hijos, solo porque les corresponde ese derecho, el cariño y el amor no se puede comprar con dinero.
Nosotros somos representantes populares y recogemos los más profundos sentimientos de nuestra gente, ése es nuestro trabajo, no solo eso. Recogemos los sueños, los anhelos, las esperanzas, pero también las frustraciones, el dolor y la impotencia de no recibir justicia para los suyos.
Hoy es un día muy importante, porque vamos a aprobar una reforma emanada de la voluntad popular; hoy vamos y nos deberíamos preguntar qué intereses trastoca esta reforma que, hasta los extranjeros, quieren tocar decisiones que solo les corresponden a las y a los mexicanos.
Vamos este próximo año a regresar a las urnas a ejercer nuestro derecho de elegir a nuestros jueces, a nuestros magistrados y a nuestros ministros.
Desde el Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo que, siempre hemos velado por los que menos tienen, lo vamos a seguir haciendo, con profundo amor. Pero, sobre todo, para que llegue esa tan anhelada justicia a los que menos tienen.
Yo quisiera solo comentar que es muy importante que no perdamos esa, de seguir informando, de aprovechar esa oportunidad que tenemos nosotros de sentir lo que siente el pueblo y salir allá afuera a comunicar lo que realmente está pasando, que no vamos a trastocar, no vamos a violentar ningún derecho de ningún trabajador dentro del Poder Judicial; al contrario, ellos van a tener la oportunidad, tan valiosa, de que por mérito propio hoy puedan llegar a ser lo que quieran ser.
El Poder Judicial estaba secuestrado por la impunidad, por la corrupción, por el influyentismo; hoy las cosas van a cambiar gracias a esta gran transformación que pasa en nuestro querido México.
Es cuanto, muchísimas gracias, compañeros.