Con el permiso del pueblo de México, compañeras y compañeros legisladores.
El propósito de este dictamen es desmantelar la iniciativa de Enrique Peña Nieto, en 2013
A nombre del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, acudo a esta tribuna, para hablar a favor del dictamen, sobre la más importante iniciativa de reforma constitucional, presentada por el Presidente de la República a esta soberanía.
El propósito de este dictamen es desmantelar la iniciativa de Enrique Peña Nieto, en 2013. Por lo que se permitió la participación del capital privado en las áreas de generación y comercialización de la industria eléctrica, que estaba reservado al Estado mexicano.
El diputado que me antecedió en el uso de la palabra, en su exposición exigió: tarifas bajas de electricidad, energía limpia, respeto al medio ambiente.
Creo que al diputado le hace falta leer el dictamen que estamos discutiendo. Estas exigencias están plasmadas en los artículos de este dictamen.
Ejemplo: la transición energética, ampliamente desarrollada en el artículo 27 y 28 constitucional. Los demás conceptos que señaló, uso, suministro, suficiencia, precios bajos, están contenidos en el artículo cuarto y en el artículo 25 del dictamen.
Diputados y diputadas del PRI, es lamentable que reduzcan a un tema de números, de votos y de porcentajes, un asunto de la mayor importancia de los mexicanos. Pero recuerden, como dijo Winston Churchill, cito: “la política es más peligrosa que la guerra. Porque en la guerra solo se muere una vez”, fin de la cita. Su falta de altura de miras, los hará volver a morir en las elecciones de 2022, 2023 y 2024. Reconozcan que se han equivocado y que pagarán las consecuencias.
Bajo la errónea creencia de que los privados producen energías limpias y que la Comisión Federal de Electricidad produce energías sucias, privilegiaron quienes solo buscan la obtención de utilidades a costa de los consumidores, en detrimento de la optimización en la prestación de un servicio público.
Resalto un solo ejemplo: se atendió su solicitud de que el acceso a la energía eléctrica se considerara como un derecho humano.
Por sí mismo, el que los grupos parlamentarios de la coalición “Juntos Hacemos Historia”, aceptamos esta propuesta, sería motivo suficiente para que votaran a favor. Pero los partidos de oposición le dan la espalda al pueblo de México y se niegan a votar a favor de sus propias propuestas.
La oposición habla de que este gobierno no le preocupa el cuidado del medio ambiente, nada más falso. En esta administración presidencial se han aplicado las disposiciones del Acuerdo de París, cuyo propósito es mitigar los efectos de la contaminación al medio ambiente, para que la calidad de vida de la humanidad sea mucho mejor y revertir las causas del efecto invernadero.
Afirman que la política gubernamental es nociva al medio ambiente. Nada más falso. Desde el gobierno federal, se ha instrumentado una política pública para reforestar al territorio nacional y que esto contribuya a mejorar nuestra calidad de vida.
Por su importancia, no se otorgarán concesiones sobre el litio y demás minerales estratégicos necesarios. La exploración, extracción y explotación de los minerales, serán siempre para el país; priorizando el beneficio para toda la población.
De los compañeros y compañeras del Partido Acción Nacional, no nos extraña nada ni nos sorprende su actitud. A final de cuentas, surgen como un partido político en oposición a la política nacionalista en el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas.
No nos olvidemos que se opusieron a la Expropiación Petrolera y que se han opuesto siempre a la rectoría económica del Estado y a la participación del Estado en la economía, a través de las empresas públicas.
El pueblo de México tiene hoy claro quiénes son los que traicionan y ponen como pretexto el combate a la contaminación, como pretexto para esconder el que, realmente sirven a los intereses de empresas privadas e internacionales y que solo vienen a México a saquear nuestros recursos y enriquecerse.
Hoy, todas y todos, tenemos la oportunidad histórica, de cara a la nación, de demostrar públicamente, con nuestro voto, si estamos a favor de México, fortaleciendo la capacidad de nuestro Estado; o votar en contra, siendo serviles a los intereses de las empresas extranjeras. Por las consideraciones
